La primera fase, que se prolongó hasta mediados de febrero de 2021, consistió en el cultivo de las plantas en un vivero forestal, seguido de su plantación en seis lugares diferentes, en una superficie total de 35 hectáreas en el centro y el norte de Portugal.

 

Los primeros resultados sugieren que las plantas de pino radiata procedentes de Chile son más resistentes en el entorno portugués. Estas plantas tuvieron un comportamiento muy positivo en todos los ambientes y suelos donde se realiza la prueba e incluso demostraron ser más resistentes que otras especies o procedencias de pino introducidas anteriormente en Portugal. Para minimizar el efecto del clima en los resultados, el proceso se repitió en 2022.

Company Images Sustainability 5