Sonae Arauco crea un proyecto pionero de I+D para apoyar a los productores forestales
Más de 100.000 semillas de 136 familias de pino marítimo y pino insigne de cuatro programas de cultivo, ya se encuentran en un vivero portugués.
Sonae Arauco, una de las mayores empresas del mundo de soluciones en madera, acaba de lanzar un proyecto de Investigación y Desarrollo (I+D) con el objetivo de ayudar a los productores forestales a incrementar significativamente su producción, ayudando a revertir la tendencia de disminución de la superficie plantada en el país.
Se trata de un ensayo con más de 100.000 pinos marítimos y pinos insigne, de diferentes familias (136 en total) y de diferentes orígenes (Portugal, España, Francia y Chile), el cual tiene como objetivo comprobar y comparar el comportamiento de las plantas en diferentes suelos y condiciones climáticas en Portugal.
«La tendencia al declive del pino marítimo en las últimas décadas, así como el aumento estimado del mercado en la demanda de materias primas sostenibles, como la madera, son la base de este proyecto. La sostenibilidad es parte integral de la estrategia de Sonae Arauco y pretendemos ser un agente de cambio en este sector y apoyar el desarrollo del bosque nacional», expresa Nuno Calado, director de Sostenibilidad y Bosques de Sonae Arauco.
Este proyecto, explica, «tiene el gran valor añadido de utilizar semillas de diferentes programas de mejoramiento de pinos, es decir, especies con alta productividad, lo que nos permitirá presentar recomendaciones a propietarios forestales y viveros nacionales sobre especies y fuentes más adaptadas y rentables para diferentes regiones de Portugal».
Entre 2005 y 2019, el creciente volumen de pino marítimo disminuyó un 37 %. Entre 1995 y 2015 se perdió el 27 % de la superficie plantada, lo que equivale a más de 13.000 campos de fútbol cada año. En cierta medida, estas cifras fueron resultado de la baja productividad y la falta de gestión, lo que genera una menor rentabilidad, impactando a toda la cadena de valor.
En la primera fase, que se extiende hasta mediados de febrero, las plantas crecen en un vivero forestal, en idénticas condiciones. Los siguientes pasos son plantarlas en seis ubicaciones diferentes, en un área total de 24 hectáreas, en las regiones del Centro y Norte de Portugal, y repetir el proceso al año siguiente, para eliminar el efecto climático en los resultados. En una etapa posterior, este mismo área de prueba también servirá como área de demostración.
A largo plazo, el proyecto pretende reproducir a escala las plantas seleccionadas, lo que permitirá a los productores forestales de Portugal tener acceso a plantas de alta calidad genética y productividad, y contribuirá a un aumento de la rentabilidad de la cadena de valor del pino.